No te pongas tan serio/a, échale humor a la educación

Estarás de acuerdo conmigo que después de un momento de risa, de diversión, de sentido del humor, de juegos…. el cuerpo incluso el alma está mejor. ¿verdad? Habrás oído decir muchas veces ¡Que bien sientan unas risas!

Cuando compartimos un momento en familia de risas, disfrute, diversión… Cuando somos capaces de verle el lado positivo a las cosas. Cuando ante una situación incómoda terminamos riéndonos todos… Los niños viven esta situación de forma divertida, el clima se relaja, le damos un modelo correcto a nuestros hijos de cómo se afrontan estas situaciones y los niños recuerdan más la risa, la anécdota, la gracia… que el enfado.

¿Por qué es tan importante el sentido del humor? Los niños y adolescentes necesitan reír, es necesario para su cerebro, para su acumulación de recuerdos y la formación de su historia. Ayuda a liberar endorfinas y serotonina, neurotransmisores que se asocian con la felicidad y el placer.

Según las últimas investigaciones, el humor es una habilidad aprendida, los bebés aprenden a reír antes que, a cualquier otra cosa, es de las primeras formas de comunicación que tienen. ¡Es maravilloso! Y lo mejor es que lo desarrollan por imitación.  Observando la cara de su madre y su padre y mirando su boca e imitando esa sonrisa. Esto con bebés nos sale con mucha facilidad, sin embargo, cuando empezamos a hablar de adolescentes nos cuesta más siendo igual de necesario.

Por tanto, a partir de ahora, comienza a reírte más y empieza por ti mismo/a. Pon una pizca de humor en tu vida.

Que tus hijos recuerden de ti esa parte simpática y divertida.