10 TIPS para saber cómo manejar las Rabietas de tus hijos

1) ANTICÍPATE: si sabes que hay factores que le irritan, intenta actuar antes para evitarlos.

2) HABLA EN POSITIVO, en lugar de enfocarnos en lo que NO puede hacer. Si pega, coge su manita y dile “mejor nos acariciamos”; si golpea algo que no debe, dile “puedes dar golpes a este cojín”; si quiere pintar la pared indícale “cariño, pintamos en este papel”. Los noes los guardamos para momentos muy importantes: procura hablar en positivo. En lugar de “no iremos a la playa hasta que no recojas” prueba con “iremos a la playa cuando todo esté recogido”.

3) ESTATE PRESENTE: recuerda la necesidad de tus hijos de ser visibles para ti, de sentirse amados, de pasar tiempo juntos y de que cuentes con ellos para la toma de algunas decisiones y en las tareas familiares.

4) Mucho JUEGO…, Yo lo tengo comprobado, cuando más juego con ellos, menos rabietas tienen. Parece una fórmula matemática.

5) En primer conecta con ello, no lo hacen aposta, recuerda. Necesitan de tu ayuda. Mantén la CALMA

6) Utiliza POCAS PALABRAS, no les des un sermón: agáchate a su altura y ofrécele un abrazo. Si no lo quiere, respétalo. Permanece a su lado con calma y paciencia, y dile que estás ahí para ayudarle. Tienes que ser ese bálsamo para su herida. En momentos de rabieta, recuerda que el cerebro racional no está procesando tu mensaje. Es inútil darles grandes explicaciones, solo puede provocar más enfado y frustración.

7) SÉ FIRME y no cedas: si la rabieta está originada por un capricho, no cedas por evitar el llanto. es tentador ceder para que deje de llorar. Respeta los límites, respétale a él y respétate a ti. Mantente firme pero siempre desde el cariño y el respeto.

8) EMPATIZA: valida sus emociones, ponles nombre “veo que estás enfadado, te entiendo”.

9) NO LE IGNORES: recuerda que te está pidiendo ayuda, y que tú eres la calma que a él le falta.

10) ACOMPAÑA su EMOCIÓN: en silencio, a su lado, paciente, relajada, emocionalmente disponible hasta que su cerebro vuelva a integrarse. A través de tu comportamiento le estarás enseñando a cómo comportarse ante una rabieta. No le grites, no le riñas, esto no va a ayudar a la situación, al contrario, puede sentir miedo y llorar más aún.

Y si con todo esto, pierdes los nervios, NO TE CULPES. Sustituye la culpa por la responsabilidad y aprende de la situación. Y no te olvides de pedirle disculpas a tu hijo. Lo siento, he perdido los nervios. Le estarás dando una gran lección de humildad y de cómo actuar cuando uno se equivoca.

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